Javier A Bobbio

Javier Bobbio, passed away the morning of June 7, 2020, with his family by his side at his home in Noblesville in Indiana. At his request, a public memorial service will take place at Flanner Buchanan on June 12, 2020. Of note, COVID-19 restrictions limit occupancy to 100 people.

Javier was born in 1973 in La Plata City, Buenos Aires, Argentina, to Luis Alfredo and Mrs. Bobbio. He attended La Plata Technical School, where he pursued a major in journalism and electromechanics. His loving adoptive parents Bonifacio Aguilera and Matilde Pacheco raised him. During his time in Buenos Aires, Argentina, he worked in the ambulatory billing department of the Britannic Hospital. During his time in Argentina, his hobbies included modeling, playing soccer, music, and the River plate soccer team.

He traveled to the United States in 1999, where he fell in love with the city of New Orleans and settled in search of fresh opportunities. He later moved to Indiana, where he was blessed with two beautiful children, Sebastian and Sofia, with his former wife. He was a best friend to his kids and always sought to provide them memorable and mindful experiences from a young age. Javier met Dr. Sara Diaz serendipitously in 2009, and they were inseparable throughout their relationship.

Javier enjoyed his work as a general contractor, always working hard and learning the trade and skills of the general contracting business, where he worked until he fell ill. He enjoyed riding his motorcycle, boating, fishing in the lake, biking, coaching his son’s soccer team, and watching soccer. He was a city boy but loved to travel to the beaches in Puerto Rico, where he wished to spend his retirement, lounging in the sunset and enjoying the Caribbean breeze. He was a big boxing fan, especially of Mohamed Ali, and enjoyed the messages of the great Rocky. Javier enjoyed attending and hosting friends and family for a typical Argentinian grill meal (“Asado”). He loved to celebrate and host parties, especially on Sundays, alongside his exceptional friends Damian and Victor, who were like brothers to him. He was an active member of the St Gabriel Catholic Church, supported various charities, and supported his wife’s charitable efforts to provide relief and aid to Puerto Rico.

Javier was kind, generous, and helped others succeed. He lived by “mi casa es su casa” and was not afraid to welcome anyone in need into his home. Javier was funny, smart, witty, and had a heart of gold. He paid forward all the blessings he received and dealt with his terminal cancer diagnosis with humor and grace. Although he was frail, he gave us all such courage and hope and reminded us of the preciousness of life. He would spend hours rocking to his tunes in the drums, listening to blues and the Rolling Stones, singing songs with his brother José, reminiscing with his uncle and adoptive dada Boni, and embracing to those he loved so much, especially his children.

No descriptive, flattery, or compliment is generous enough to sum Javier’s attributes: fair, intelligent, faithful, respectful, and capable of unconditional loving. His way of life was to serve others and shake hands with the fallen, learn from his mistakes, fight like no one else, and make everyone laugh even when he was suffering.

He spent his last days surrounded by his closest family and friends, including Victor, Andrea, Nicolas, Adriana. His life would seem to have been cut short by many. However, those close to him understood the quality of existence exceeded the quantity of time that one lives. His gentle smile, bravery, resilience, and well-known sense of cynical humor brought so much joy to our family.

Javier is survived by his wife, Sara, his children Sofia and Sebastian Bobbio, aged 12 and 15 years old, respectively. As well as by the rest of his family in Argentina, adoptive parents Bonifacio and Matilde, his sister Maria De Los Angeles, his brothers Gustavo and Jose, and his five nieces and nephews.

Besides his beloved dad Luis and father-in-law Emiliano, he was preceded in death by his beloved dog, Beethoven, whom he said he looked forward to meeting them all again in heaven.

In place of flowers, please consider donating on half of Javier to the following organizations:

Lymphoma and Leukemia Society: https://donate.lls.org/lls/donate -OR- Camp Kassem: https://donate.kesem.org/give/54867/#!/donation/checkout.

Both organizations played an instrumental role throughout our journey. You may also leave any donations in a box at the viewing, which the funeral home will send to the respective organizations.

Although we respect everyone’s individual choices, we ask that you respect ours and Javier’s last wishes. We expect everyone to wear a mask during the visitation and service; there will be no exceptions. Lastly, the service will be streamed via YouTube for the convenience of those who cannot join us in person. The link to the streaming service is https://youtu.be/0_Ii7fnSt6w.

Obituario

Javier Bobbio , falleció la mañana del 7 de junio de 2020, junto a su familia en su casa en Noblesville, Indiana. A petición suya, se llevará a cabo un servicio conmemorativo público en Flanner Buchanan el 12 de junio de 2020. Cabe destacar que las restricciones de COVID-19 limitan la ocupación a 100 personas.

Javier nació en 1973 en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Sus padres Luis Alfredo Bobbio. Asistió a la Escuela Técnica de La Plata, donde se especializó en periodismo y electromecánica. Sus amados padres adoptivos Bonifacio Aguilera y Matilde Pacheco lo criaron. Durante su tiempo en Buenos Aires, Argentina, trabajó en el departamento de facturación ambulatoria del Hospital Británico. Sus pasatiempos incluyeron modelar, jugar fútbol, ​​música y ver a su equipo favorito de fútbol el River Plate

Viajó a los Estados Unidos en 1999, donde se enamoró de la ciudad de Nueva Orleans y se estableció en busca de nuevas oportunidades. Más tarde se mudó a Indiana, donde fue bendecido con dos hermosos hijos, Sebastián y Sofía, con su exesposa. Javier era el mejor amigo de sus hijos y siempre buscó brindarles experiencias memorables y atentas desde una edad temprana. Javier conoció a la Dra. Sara Díaz por casualidad en el año 2009, y fueron inseparables durante toda su relación.

Javier disfrutó su trabajo como contratista general, siempre trabajando duro y aprendiendo el oficio y las habilidades del negocio, donde trabajó hasta que su enfermedad lo impidió. Le gustaba andar en motocicleta, pasear en bote, pescar en el lago, entrenar al equipo de fútbol de su hijo y ver los partidos de fútbol. Era un hombre de la ciudad, pero le encantaba viajar a las playas de Puerto Rico, donde deseaba pasar su retiro, descansando en la puesta de sol y disfrutando de la brisa caribeña.  Era un gran fanático del boxeo, especialmente de Mohamed Ali, y disfrutaba los mensajes del gran Rocky. A Javier le gustaba asistir y recibir a amigos y familiares para una típica comida argentina a la parrilla (” Asado “). Le encantaba celebrar y organizar fiestas, especialmente los domingos, junto a sus amigos excepcionales Damian y Víctor, que eran como hermanos para él. Fue un miembro activo de la Iglesia Católica de San Gabriel, apoyó a varias organizaciones benéficas y apoyó los esfuerzos caritativos de su esposa para proporcionar ayuda Puerto Rico.

Javier era amable, generoso y siempre ayudó a otros a alcanzar el éxito.  No dudaba en recibir a los mas necesitados en su casa. Javier era divertido, inteligente, ingenioso y tenía un corazón de oro, combatió su diagnóstico de cáncer terminal con humor y gracia. Aunque era frágil, nos dio a todos ese coraje y esperanza, recordándonos lo hermoso que es la vida. Pasaba horas tocando melodías en la batería, escuchando blues y a los Rolling Stones, cantando con su hermano José, recordando viejos tiempos con su tío y padre adoptivo Boni, y abrazando a sus seres queridos, especialmente a sus hijos.

Ninguna descripción o halago es suficientemente para resumir los atributos de Javier; una persona justa, inteligente, fiel, respetuoso y capaz de amar incondicionalmente. Su forma de vida era servir a los demás y estrechar la mano a los caídos, aprender de sus errores, luchar como nadie más y hacer reír a todos, incluso dentro de su sufriendo.

Pasó sus últimos días rodeado de su familia y amigos más cercanos, incluyendo a Víctor, Andrea, Nicolas y Adriana. Muchos pensaran que su vida fue corta. Sin embargo, aquellos cercanos a él entendieron que la calidad excedía la cantidad de tiempo que uno vive. Su gentil sonrisa, valentía, resistencia y su conocido sentido del humor cínico trajeron tanta alegría a nuestra familia.

A Javier le sobreviven su esposa, Sara, sus hijos Sofía y Sebastián Bobbio, de 12 y 15 años, respectivamente. Además, el resto de su familia en Argentina, sus padres adoptivos Bonifacio y Matilde, su hermana María De Los Ángeles, sus hermanos Gustavo y José, y sus cinco sobrinas y sobrinos.

En estos momentos Javier se encuentra con su querido padre Luis, su suegro Emiliano, y su querido perro, Beethoven, a quien siempre dijo que esperaba verlos nuevamente en el cielo.

En lugar de flores, considere donar en honor a Javier a las siguientes organizaciones:

Sociedad de Linfoma y Leucemia: https://donate.lls.org/lls/donate

O

Campamento Kassem: https://donate.kesem.org/give/54867/#!/donation/checkout

Ambas organizaciones jugaron un papel instrumental a lo largo de nuestro viaje. También puede dejar cualquier donación en una caja que estará en la funeraria que luego se enviará a las organizaciones respectivas.

Aunque respetamos las elecciones individuales de todos, le pedimos que respete nuestras decisiones y los últimos deseos de Javier. Esperamos que todos utilicen una mascarilla y practiquen las regulaciones de distanciamiento social durante las visitas y el servicio; No habrá excepciones. Por último, el servicio se transmitirá a través de YouTube para la comodidad de aquellos que no pueden unirse a nosotros en persona.   Para aquellos que no puedan unirse a nosotros en persona y desean participar en el servicio este será trasmitido por: https://flannerbuchanan.com/obit/javier-a-bobbio/.